miércoles, 22 de agosto de 2012

Estimada limeña, Carta (ficticia) a una presunta jipster

Estimada limeña:
Me pregunto, ¿Por qué siente usted la necesidad de hacer, o participar en un video en el que se cuestiona a uno de los accionistas de las mineras que operan en su país, cuando no puede considerarse entre los directamente afectados por estas operaciones? ¿Qué le importa a usted como funciona una mina que se encuentra a kilómetros de su habitat? ¿Qué le importa a usted si esa mina opera de manera sostenible, respetando a la naturaleza y respetando a la gente que vive cerca a ella? Deje que sean ellos los que se quejen, total, usted vive bien lejos y toma agua de botella que compra en wong y está acostumbrada a ver como el cemento se traga a la tierra y al cielo.
Además, no se me haga la loca, yo la he visto bien vista y usted, déjeme decirle, pertenece a ese grupito de peruanos que se benefician de la realidad económica que generan empresas como Yanacocha y sus hermanas. Dígame sino, ¿No fue usted a un colegio privado? ¿No estudió en una universidad bien cara? ¿No se la pagó, además, su papito? Si es así, ¿Por qué se queja? ¿Qué quiere probar? Agradezca nomas que la distancia social y económica entre los peruanos sea abismal, que la ínfima re-inversión que hacen las potencias económicas esté destinada a crear los productos que usted consume y los servicios que usted usa, ahí en la ciudad capital. Agradezca y cállese la boca, no cuestione. O acaso quiere que la riqueza se re-distribuya, que los beneficios de la explotación de recursos se des-centralicen, qué los recursos naturales se protejan para beneficio de la humanidad que se viene en el futuro? A usted que le importa el futuro? A usted que le importa la provincia? A usted que le importan los demás?
Mírese al espejo estimada limeña, no es evidente que su mayor preocupación en la vida es cómo vestirse o peinarse, qué accesorios se están usando, cual es la última tendencia; no se comunica usted con sus amigos usando facebook, no demuestra su "indignación" a través del Twitter, no escribe un blog con aires de literata barata y pseudo izquierdista?? ¿Qué relación puede tener usted con una problemática como esta? ¿Por qué no le deja estos temas a quienes saben? ¿Qué la acredita para hablar de economía, o de desarrollo, o de ecología? ¿Qué la valida para meterse en asuntos que le conciernen al gobierno de su país, a las empresas que invierten en su país, y por ultimo, a las poblaciones que usted ni siquiera conoce? ¿Acaso se reconoce usted como una peruana más, acaso su idea de democracia le da derecho a expresar sus inquietudes, acaso se esta basando en fundamentos ilusos como los derechos humanos o los acuerdos de protección del planeta que se vienen firmando en los últimos años?
Estimada limeña, cállese la boca y no pregunte. No moleste a los señores que están trabajando en sus enormes empresas, con sus enormes presupuestos. No moleste a los señores que están desarrollando políticas importantes en sus despachos. No importa que esos presupuestos y esas politicas estén delineando el Perú que usted  eligió para tener hijos. No importa que esas políticas y esos presupuestos estén devastando el país que usted ama. No importa que esas políticas y esos presupuestos estén violentando a quienes usted llama sus compatriotas. Todo eso no le importa a usted, así que cállese la boca; y de paso no escuche, cierre los ojos, deje de pensar y sentir y creer. Piense en el desarrollo (así como se lo están vendiendo), piense en el bienestar de todos (así como se lo están vendiendo), no se deje influenciar por los agitadores, ni por los reclamos de las poblaciones, ni por lo que le parece correcto, ni por lo que sueña para el futuro del mundo. No ejerza su rol de ciudadana, de peruana, de madre, de mujer. Déjese de tonterías, dedíquese a vivir su vida en silencio, aproveche que las cosas malas no la tocan directamente y sobretodo no me venga con videitos.


jueves, 2 de agosto de 2012

Tortícolis y felicidad

Me encanta el CIRCO!!!
Buuuuu! que original! a TODO EL MUNDO le encanta el Circo....
Lo que más me gusta del Circo son los errores.....
Ahhhhh....

En el teatro solemos decir "Si te equivocas, el único que se da cuenta eres tú".  El público no sabe qué va a ver, por lo tanto- la mayoría de veces- un error, si el actor está bien entrenado y presente en el escenario, solo tiene como resultado un momento de angustia interna (para el pobre actor y sus compañeros) y un traspiés casi imperceptible para el espectador. Y si llega a percibirse, el público tiene la consigna de hacer como si nada,  y entonces la historia sigue su curso.
En el circo no es así.
En una función de circo, a diferencia de una función de teatro, cuando algo no sale bien, como debería de salir, el público se da cuenta. Resulta evidente que el equilibrista pisó mal y perdió el equilibrio, o que el volantinero no debió caerse o que al malabarista se le fue la clava  de las manos, y en esos momentos todos, artistas y espectadores se unen en un mismo objetivo: que el acto se realice.
En el Circo todos somos iguales, todos somos libres y todos somos hermanos (Como en la revolución francesa!)
Realmente no importa el género, color, religión, nacionalidad o sexualidad; si eres talentoso y te sacas la mugre entrenando te puedes parar en el escenario, sino te sientas en el publico. Ahí todos podemos ser iguales.
Si eres feliz volando por los cielos, saltando metros hasta aterrizar en los hombros de otro, o corriendo sin rumbo aparente y jugando con completos desconocidos (o si eres capaz de ser ese completo desconocido); si disfrutas la risa en forma de carcajada, o el grito de asombro que se escapa de la boca por puro asombro, o sentirte maravillado, extasiado, ilusionado; con los ojos bien abiertos y las pupilas dilatadas, entonces perteneces al circo. Ahí todos podemos ser libres.
Si estás buscando algún lugar, algún espacio en el que por un instante (o varios segundos) cientos de personas (personas distintas entre sí, con ideas distintas sobre el mundo o la vida) respiren a un mismo ritmo, hagan silencio al mismo tiempo, detengan sus pensamientos y pidan el mismo deseo; anda al circo y espera a que algo salga mal. Ahí todos somos hermanos.
Y es que en el circo no hay "ideas". Solo hay sentimientos y actos. Nadie está tratando de convencer a nadie de nada. La gran verdad que se hace visible en medio de esa enorme carpa circular es que todos somos seres humanos, capaces de grandes cosas, poniéndonos a prueba, parándonos al filo del acantilado, vulnerables, frágiles y mortales. Esa gran verdad, que todos conocemos o intuimos, nos hace enormemente empáticos, solidarios a prueba de balas, tremendamente humanos.
Entonces una función de circo es una pequeña revolución, un par de horas en las que todos los involucrados probamos un poquito de esos valores casi utópicos; igualdad, libertad, hermandad; una función de circo puede ser una experiencia que nos revela la hazaña más grande de todas, el verdadero virtuosismo, la mejor acrobacia: la capacidad olvidarnos de UNO mismo para ser TODOS.
Quizás piensen que exagero y que escribo demasiado emocionada, pero qué puedo hacer. Me encanta el circo, y acabo de ver una función con L, y fui feliz viéndolo reír, y mirar hacia arriba, hacia el cielo, donde unos queridos desconocidos volaban por los aires, absolutamente confiados en que todo iba a estar
bien.